
Tres mil años de vida

Tinkuy de ríos
El conjunto de Chavín de Huántar fue levantado en el área de confluencia de los ríos Mosna y Huacheksa, lo que en quechua se llama tinkuy, la unión sacralizada de dos elementos. La energía del encuentro como elemento generador de vida expresa la relevancia cosmogónica dada por la mezcla de dos naturalezas.

Periodo Inicial
Chavín surge al final del llamado Periodo Inicial (1800 – 800 a.C.), un momento de grandes cambios en el control del agua y la tierra en los Andes. Es cuando se da una intensa comunicación entre la costa, las tierras altas y la Amazonía en un transecto donde se encuentran centros religiosos como Kotosh, Chavín y la Galgada.

Interrelaciones
La civilización Chavín tuvo como centro de divulgación el conjunto de Chavín de Huántar, y se desarrolló en el Horizonte Temprano entre 1000 y 500 a.C. Los “chavinos” estaban organizados en dos grupos. Los agricultores dispersos unidos por tradiciones milenarias y una elite sacerdotal dedicada al desarrollo religioso y político en los Andes.

Primeras investigaciones
El cronista Cieza de León registra en 1550 información sobre el conjunto Chavín, el cual permanece luego del todo olvidado. El primer estudioso moderno interesado en el sitio fue Julio C. Tello, fundador de la arqueología peruana. Tello organizó varias expediciones con el fin de estudiar la prehistoria andina, una de ellas llegó a Chavín en 1919.
Religión y arte en Chavín

La construcción precolombina
El conjunto Chavín sigue el patrón arquitectónico precolombino, caracterizado por un espacio en forma de U en torno al cual se levantan las pirámides y templos. Esta fisonomía es una representación del Estado central como condensación del poder. Dicho espacio define una relación entre el sacerdote y el poblador común.

Templo Viejo
El llamado Templo Viejo debió ser una de las construcciones más antiguas del conjunto. Ocupa un área de 120 por 75 metros. Su ingreso está compuesto por una portada de piedra “blanca y negra” con dos columnas que sostienen dinteles profusamente tallados. La magia se hace presente en este sitio que fuera pensado como lugar de transformación espiritual.

Las galerías
Un complejo sistema de galerías servía como canal de ventilación y al mismo tiempo era la trayectoria que la religión imponía a los peregrinos que acudían a los templos. Hasta el momento se han descubierto 33 galerías. El arqueólogo norteamericano John Rick, profesor de la universidad de Stanford, investiga las galerías desde 1995.

El Lanzón
La figura más importante del conjunto es el llamado Lanzón, una talla en piedra de 5.53 metros de altura, fijada al suelo en un espacio en forma de planta cuadrangular. Se trata de una representación compleja de un ser con características zoomorfas: colmillos de felino, cabello de serpientes y garras de halcón.

¿Wira Cocha o caimán?
Tello sostuvo que el Lanzón se trataba de una representación de Wira Cocha, el dios supremo. Estudios posteriores plantean que el ídolo representa a un caimán con diversos atributos simbólicos, cuya función es la de unir el cielo con la tierra y permitir al sacerdote en trance, ascender separándose de los creyentes.

Cabezas clavas
En la actualidad solamente una de las cabezas clavas se encuentra en el lugar que todas debieron haber ocupado. La cabeza clava es una escultura en piedra, para ser incrustada en ciertos muros, y representa un estado de transformación del hombre en felino, proceso en el que los sacerdotes de elite entraban mediante el uso del San Pedro.
Chavín, patrimonio mundial

El Obelisco Tello
En el año 1907 un campesino de nombre Trinidad Alfaro descubre una imponente escultura en piedra completamente trabajada. Es el llamado Obelisco Tello, que mide 2.52 metros de altura. Se trata de una wanka, o ídolo ceremonial del más elevado nivel religioso. Fue estudiado por Tello y actualmente es la pieza/eje del Museo Nacional Chavín.

La Estela Raimondi
Antonio Raimondi descubrió esta escultura en piedra que repite la simbología de la serpiente, el puma y el halcón. Esta pieza, más el Lanzón y el Obelisco, según John Rick evidencian el culto a dioses individualizados. La Estela se encuentra en el Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia, de Lima.

El cactus San Pedro
El cactus de San Pedro se emplea desde tiempos antiguos en la costa y sierra norte del Perú, siempre con fines ceremoniales. Mil años antes de Cristo en Chavín esta planta psicoactiva era el arma de mayor poder de los sacerdotes, cuyas alucinaciones eran esculpidas, modeladas y pintadas en piedra, siguiendo la clásica iconografía zoomorfa.

La Plaza Hundida
En el eje del complejo Chavín se abre una plaza circular situada a menor nivel del suelo. Según Luis Lumbreras, a este recinto ingresaban solamente los personajes de elite. Su forma cerrada probablemente ayudaba a la realización de ceremonias de mayor sofisticación. Chavín de Huántar fue inscrita como Patrimonio Mundial de la Humanidad en 1985.